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convenios, huelga general, negociación colectiva, sindicatos
La huelga indefinida y la admirable capacidad de lucha y resistencia de los trabajadores de la limpieza de Madrid parece que empieza a dar sus frutos.
De su intención inicial de despedir a 1.134 trabajadores las empresas ya han reducido sus pretensiones hasta los 296 despidos. Pero los trabajadores se han mantenido firmes, y no han desconvocado la huelga. Ni un solo despido, ese es su objetivo.
Las informaciones apuntan a que, en breve, las empresas concesionarias claudicarán, y aceptarán no despedir a ningún trabajador, lo cual nos lleva a varias reflexiones interesantes.
El conflicto nos deja varias conclusiones
Primera
Era mentira que los pobres empresarios estuvieran obligados a despedir para que la empresa fuese viable, lo iban a hacer única y exclusivamente para aumentar su margen de beneficios.
Las intenciones iniciales de las empresas eran más de 1.000 despidos y una reducción salarial del 44% a los restantes trabajadores. Ahora no van a despedir a nadie y los salarios quedarán congelados, pero no bajarán. A pesar de ello las empresas seguirán siendo rentables. Si hubiese justicia esos indeseables acabarían en un gulag (uy, ¿eso lo he escrito?, creía que solo lo estaba pensando).
Segunda
El viejo lema la unión hace la fuerza no es solo una frase bonita, ya que a pesar del derrotismo y pesimismo imperantes, estos trabajadores nos han demostrado que sí se pueden torcer las intenciones de las empresas, aunque sean tan grandes y poderosas como FCC. Pero hay que lucharlo, arriesgándose y comprometiéndose… las protestas en la barra del bar no van a cambiar nada.
Tercera
Los denostados sindicatos han demostrado que, controlados por unos trabajadores comprometidos, siguen siendo instrumentos efectivos de lucha (preguntaros quién domina los medios de comunicación desde los que se machaca a estas organizaciones día sí y día también). En este conflicto UGT, CCOO y CGT no han cedido ni un ápice de las exigencias de la plantilla… pero para eso hay que estar dentro, y no delegar nuestras responsabilidades en otros.
Cuarta
El elevado índice de paro no es algo coyuntural, sino que es algo deseable para los que están dirigiendo esta transición económica, como ha quedado plenamente demostrado con el intento de reventar la huelga por parte de el Ayuntamiento de Madrid. Era condición sinequanon un elevado número de personas sin trabajo ni prestaciones para intentar esa maniobra.
Y por supuesto para mantener un escenario de bajos salarios y condiciones precarias, necesitan una gran bolsa de desempleados sin recursos… así que no esperen mejoras en el empleo a corto ni medio plazo.
Quinta
Ante el incremento del nivel de agresiones de ese gran capital personificado en las empresas, ya no son suficientes nuestras pequeñas huelgas de un día, las huelgas indefinidas, y sin servicios mínimos cuando estos se convierten en una forma de burlarla, son la única manera que nos queda de pararles los pies.
O esa, o coger el Kalashnikov, y no queremos llegar hasta ahí, ¿verdad?.
Raúl Martín Fernández